viernes, 30 de diciembre de 2011

CENTRO ARQUEOLOGICO CHAVIN DE HUANTAR

CHAVÍN DE HUÁNTAR


Junto a este pueblo de Chavin hay un gran edificio de piedras muy labradas de notable grandeza; era Guaca y Santuario de los más famosos de los gentiles, como entre nosotros Roma o Jerusalem, donde venían los indios a ofrecer y hacer sus sacrificios; porque el demonio de este lugar les declaraba muchos oráculos, y así acudían de todo el Reino" (Antonio Vázques de Espinoza en Compendio y descripción de las Indias Occidentales, 1620).
Chavín de Huántar fue construida al pie de las cumbres nevadas de la Cordillera de los Andes en un estrecho valle en la confluencia de los ríos Mosna y Huacheqsa a 3185 metros sobre el nivel del mar muy cerca a la entrada de la selva amazónica. Se estima que Chavín empezó a ser construido hacia el año 850 a.c. y fue abandonado hacia el año 200 a.c.
CHAVÍN Y EL ORIGEN DE LA CULTURA ANDINA
Los primeros visitantes que dejaron escritas sus impresiones sobre este sitio arqueológico fuero los funcionarios estatales españoles que luego de la conquista del Perú en 1532 realizaron "visitas" y "tasas" a los nuevos territorios ocupados o de los "extirpadores de idolatrías", sacerdotes católicos encargados de reprimir y "extirpar" cualquier tipo de culto o adoración que no sea cristiano. El informe escrito por Antonio Vázques de Espinoza, y cuya cita inicia este texto, es un ejemplo de esas primeras noticias. Esto ocurrió hasta mediados del siglo XVII. El interés sobre Chavín se reaviva siglos después, pero con otras intenciones, la de los viajeros y aventureros del siglo XIX que recorrieron el mundo relatando en libros de viajes sus impresiones sobre (para ellos) tierras exóticas. Muchos de estos viajeros traen aires científicos y a ellos les debemos las primeras descripciones modernas de Chavín. Ejemplo de ello son Charles Wiener (1880) o Ernest Middeendorf (1893 - 1895).
A principios del siglo XX era poco lo que se sabía sobre el pasado más remoto del Perú. Julio C. Tello, el padre de la arqueología peruana llega a Chavín de Huántar en 1919 y rápidamente se da cuenta de su gran importancia y la considera como la más antigua, centro y origen de toda la cultura peruana. Esta cultura, que para Tello, en su época, fue el origen de todas las demás culturas se llama Chavín, al igual que este sitio arqueológico, su centro principal. Al transcurrir el siglo XX la arqueología encontró otros sitios arqueológicos más antiguos que son considerados como los orígenes de Chavín. Pese a no ser el más antiguo, sin embargo Chavín de Huántar es considerado como la primera cultura que unificó los andes peruanos durante el período histórico llamado "Horizonte Temprano".

“Durante mucho tiempo se creyó que Chavín fue la civilización más antigua del Perú preincaico. Hoy se conoce que existieron civilizaciones aún más antiguas, entre las cuales se encuentra Caral – Supe”
 EL COMPLEJO ARQUEOLÓGICO DE CHAVÍN DE HUÁNTAR
Reconstrucción tridimencional computarizada donde se indican las principales partes de este sitio arqueológico

Los restos hallados en Chavín constituían un complejo templo formado por diversas estructuras rectangulares de piedra, con habitaciones interiores y pasadizos subterráneos de estructura laberíntica. El templo está decorado con esculturas que representan figuras antropomorfas con rasgos de felino y serpiente. Como resultado de las excavaciones y el análisis de los restos encontrados en el complejo de Chavín de Huántar (más de 600 000 fragmentos de cerámica, huesos, moluscos, etc) se cree que la ciudadela constituyó un centro de culto religioso muy importante, que unificó comunidades previamente aisladas. Luego de los trabajos de reconstrucción, sé lograron rescatar aproximadamente 600 ceramios. Los arqueólogos lograron determinar que éstos pertenecían a una variedad de estilos de la época.
Chavín era, en ese entonces, un área civilizada de desarrollo complejo, rodeada por sociedades más bien tribales. El hallazgo de los objetos que fueron llevados a Chavín, permitió determinar lo que acontecía en esa época. Para el arqueólogo peruano Luis Lumbreras, Chavín no fue un imperio que sojuzgó a las sociedades vecinas. “Más bien parece que era un centro religioso, un oráculo que convocaba a los pueblos vecinos y lejanos, que iban allí para ocasiones rituales”.
Uno de los primeros y más importantes estudiosos del arte Chavín fue el arqueólogo norteamericano John H. Rowe quien analizó las principales esculturas de este sitio identificando sus principales características las que comparó con la secuencia alfarera del estilo Paracas en el valle de Ica (contemporáneo con Chavín en la costa sur del Perú), desarrollando una secuencia cronológica de este arte que dividió en cuatro fases que nombró como: AB, C, D y EF.